sábado, 14 de marzo de 2015

SUEÑOS DE OTOÑO.

CON SUEÑOS DE OTOÑO…

Me gusta mi ciudad en el otoño, cuando las hojas se pintan de amarillo y sus tonos  se aquietan en las aguas del río que jamás se queja… que siempre está presente sin importarle la ausencia…
             Sin importarle el dolor…
Miradas que miran…
    Viajeros que hacen camino en la costa con sed de hormigón, con ganas de andar por andar… es éste mi lugar y lo disfruto y nunca me siento indiferente…tengo la costumbre de mirarla…
      Simplemente…
          Estrenando un nuevo día de la vida.
Es otoño y el ocre que se mira reverdece en cada tarde con sombras que se hilvanan en el tinte de la lluvia cuando duerme la gente en su lugar…
Me adormezco  en mi ciudad y con mi gente… sintiendo en mi locura la locura de vivir en el otoño…
         un temblor ante el espejo
             y una sonrisa pertinente de insomnios enmendados… 

                    enmendados de amarillo en transición.
(lIBRO: ABRAZAME VIDA)

LA VIDA ES UN RATITO.

LA VIDA ES UN RATITO...

En el justo mandato de las cosas,  vamos dejando todo o casi todo.
No interesa.
    Interesa.
Algunas de ellas las perdemos porque sí...
       por olvido.
           por temor.
Las premisas  son:
     no detenerse...
         avanzar.
              fracasar.
                 aprender aprendiendo de los errores y de los aciertos.
Porque justamente de eso se trata.
       Porque la existencia es aprendizaje.
            Coraje.
               Movimiento.
La vida es un ratito.
       Entonces vívela de tal forma que te acuestes en paz y te levantes sonriendo.
        Feliz.
             Sin temores.
                 Sin inercia.
Si una lágrima se escapa de tus ojos no interesa.
Interesa.
        Siempre habrá un amigo que te preste  pañuelos sin descuidos, porque la vida...
       “la vida  es un ratito”.
            

 (Libro: ABRAZAME VIDA)

HOMBRE DEL SUR.

HOMBRE DEL SUR


Tan pocas palabras
conforman tus charlas, 
mirada ansiosa que
cuesta expresarla...
...Bagaje de ensueños
rondan en tu mente
colmada de viento
que sopla permanentemente...
Y te quedas ahí...
sin querer cambiar
el cielo tan límpido,
las estrellas brillantes,
interpretando siempre
el vuelo de un pájaro
que se anima a trinar...
No sabes de cosas que
pasan en los pueblos,
el cambio 
del dólar...
el estrés que sienten
los que muchos corren
por ocupar espacios
de lucha y poder.
...Estás en el campo...
cuidando lo ajeno
como si fuera tuyo,
y te pertenece el árbol
la quinta, el aljibe,
el sol y la luna...
tus hijos, que son muchos,
tu mujer... que con vos
se siente heroína
de esperas... de lucha..
Del fuego que enciende...
...Y el mate...
ese fiel compañero de
noches y días que
se vuelve amante,
al brindar a solas
el tener compañía...
Y nosotros...
aquellos que nos fuimos
y no regresamos...
en reposo de almohada
recordamos eso...
Tu mirada huidiza,
    tus pocas palabras,
         tu alma tranquila...
             tu paz... tu mujer
tu tiempo sin tiempo...
Porque alguna vez...
muchos de nosotros
también lo tuvimos...
Pero ya vez...
Los días pasaron...
esos tiempos cambiaron...
quisimos volver...
...quisimos...
pero...  aquí estamos...
cambiamos nosotros...
el silencio por ruidos,
el auto, la casa, los amigos
las dudas...
Y en ese espacio vacío 
Que nos deja el recuerdo
estás vos...
tu mujer y tus hijos...
tu mirada triste
tu andar despacio,
tu cielo, el caballo
el campo...
el sol y la luna.
Y siento nostalgia...
y siento impotencia,
porque este andar
de carreras locas
de tiempo sin tiempo,
te evoco a lo lejos
...quisiera que mi voz te llegue
sintiendo en tu piel...
que  algún día...
quizás no muy lejano
"me veas volver". 
 (lIBRO: De eso se trata..)

AQUELLA ÈPOCA...

AQUELLA EPOCA…


¿Qué si me acuerdo?
   Sí, muchas cosas me acuerdo y otras tantas me las contaron.
Aquella época…
    Aquellos tiempos en los cuales
           se dormía la siesta sin llaves en la puerta.
              sin rejas en las ventanas.
                  sin miedos ni temores.
Aquella época en la cuál los niños pateaban la pelota hasta muy tarde
         y las madres cocinaban sin vigilar la polvareda.
             El correr apresurados, antes de la cena, para contarle un secreto a nuestras amigas.
               Regresar con un cansancio disimulado ante las miradas de nuestros padres que todo lo sabían.
Aquella época que ceder el asiento a un mayor nos volvía adulto y no existía recompensa por el deber cumplido.
      Aquellos tiempos que el cartero era el señor de las buenas  noticias y los telegramas de las otras.
           Que el maestro, el policía y el médico se consideraban Autoridades y sus voces hacían de paraguas protegiendo la sociedad de cada pueblo.
              Que saludar con el buen día, muchas gracias, por favor y hasta luego se consideraban sinónimos de educación obligatorio.
                    Necesario.
                         Imprescindible.
¿Qué si me acuerdo?
       Sí, muchas de estas cosas me acuerdo.
Aquella época…

           ¡Qué linda época!
(Libro: ABRAZAME VIDA)

lunes, 15 de septiembre de 2014

ELLOS, ELLOS SIEMPRE ESPERAN.

ELLOS…

Ellos, ellos siempre esperan.
    Viven el día a día esperando madrugadas.
           Saben que el mañana es un juego de ajedrez.
                 Saben.
                     Lo saben.
                          Pueden ganar o no la partida.
El que gana, sigue jugando.
        El otro dejará su puesto con la alegría de haber participado.
Trabajaron sol a sol.
         Cara al sol.
            Cara a cara.
Hicieron de este suelo su terruño
sufriendo el desarraigo de su patria.
         Perdieron su propia identidad.
                Su apellido asentado de otra forma,  con desconocidas  palabras y lenguaje.
             Pero eran ellos.
Disimulando seguridad en su andar.
       Disfrazando desequilibrio emocional…
Son y fueron.
            Ellos…
              Siempre esperan…


sábado, 24 de mayo de 2014

CONJUROS.

CONJUROS…

Para que no me olvides, he sellado de ayeres tu memoria y me arriesgo a quedarme entre penumbras…
       Con la llama de una vela que aromatiza los ambientes…
             Con una noche de invierno y sin hogueras.
Entre penumbras para que no me olvides, he de escribirte mis versos esta noche, con halos de nostalgia y de extrañarte… perforando las huellas que dejamos en la costa una tarde de abril…
     Con adoquines despegados por la lluvia o por los vientos…
           Rasgados por los autos que recorren la ciudad, sin rumbo venidero.
Para que no me olvides…
                He de exponerme a la osada aventura de recrear rayuelas en el aire e inventar pentagramas exaltando los colores.
                    De tu risa y de la mía.
…..
Para que no te olvide, has de conjugar en paralelo las mañanas y enlazar tu memoria en mis recuerdos, con la sola presencia de un versículo.
       Que se vuelve partidario del eclipse…
              Y nos deja conquistar el anhelo de un futuro.
He de quedarme aquí…
        Has de quedarte aquí…
En este panorama que se cuelga de un vestido de ilusiones, como enaguas de antaño que lucían sus puntillas…
           Los recuerdos…
               Esos mismos recuerdos que golpearon a tu puerta y en mi puerta, en el mismo momento de la vida… y con la misma perspectiva.
      Es de noche…
             Hemos de dormirnos uniendo los conjuros de lealtades…
                      Para que no me olvides…
                           Para que no te olvide…
                               Inventemos carcajadas de gaviotas en las playas colmadas de deseos… placer inagotable de una frase secuaz que no escribe…
                     Por querer preservar lo que se calla…
                                        

 (Publicada en el libro: Aquèl horizonte)

APOSTÈ.

 La única forma de protagonizar tu propia vida es
                                         atreviéndote a vivirla”.



APOSTÈ...


Aposté a la alegría.
  Al perdón.
     Al reconocimiento.
A la defensa de la vida.
A la niñez con juguetes.
Al compromiso de los grandes.
A los valores intactos.
A la palabra.
Aposté al amor por la vida.
Al amor
A la vida.

(Publicada en el libro:
AQUÈL HORIZONTE)