sábado, 24 de mayo de 2014

CONJUROS.

CONJUROS…

Para que no me olvides, he sellado de ayeres tu memoria y me arriesgo a quedarme entre penumbras…
       Con la llama de una vela que aromatiza los ambientes…
             Con una noche de invierno y sin hogueras.
Entre penumbras para que no me olvides, he de escribirte mis versos esta noche, con halos de nostalgia y de extrañarte… perforando las huellas que dejamos en la costa una tarde de abril…
     Con adoquines despegados por la lluvia o por los vientos…
           Rasgados por los autos que recorren la ciudad, sin rumbo venidero.
Para que no me olvides…
                He de exponerme a la osada aventura de recrear rayuelas en el aire e inventar pentagramas exaltando los colores.
                    De tu risa y de la mía.
…..
Para que no te olvide, has de conjugar en paralelo las mañanas y enlazar tu memoria en mis recuerdos, con la sola presencia de un versículo.
       Que se vuelve partidario del eclipse…
              Y nos deja conquistar el anhelo de un futuro.
He de quedarme aquí…
        Has de quedarte aquí…
En este panorama que se cuelga de un vestido de ilusiones, como enaguas de antaño que lucían sus puntillas…
           Los recuerdos…
               Esos mismos recuerdos que golpearon a tu puerta y en mi puerta, en el mismo momento de la vida… y con la misma perspectiva.
      Es de noche…
             Hemos de dormirnos uniendo los conjuros de lealtades…
                      Para que no me olvides…
                           Para que no te olvide…
                               Inventemos carcajadas de gaviotas en las playas colmadas de deseos… placer inagotable de una frase secuaz que no escribe…
                     Por querer preservar lo que se calla…
                                        

 (Publicada en el libro: Aquèl horizonte)

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